La grandeza de Dios
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CONTENIDO
- Lecturas del Día
- Primera Lectura
- Salmo
- Santo Evangelio
- El Mensaje de Hoy
LAS LECTURAS DEL DIA
31/08/2009, Lunes de la 22ª semana de Tiempo Ordinario
PRIMERA LECTURA
A los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 13-18
Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que os decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 95, 1 y 3. 4-5. 11-12a. 12b-13
R. El Señor llega a regir la tierra.
Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R. Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses. Pues los dioses de los gentiles son apariencia, mientras que el Señor ha hecho el cielo. R. Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos. R. Aclamen los árboles del bosque, delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra: regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad. R.
EVANGELIO
Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres... Ningún profeta es bien mirado en su tierra
Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 16-30
En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista; para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor.» Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: -«Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.» Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: -«¿No es éste el hijo de José?» Y Jesús les dijo: -«Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo Y'; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.» Y añadió: -«Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel habla muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos habla en Israel en tiempos de] profeta Elíseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.» Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.
Palabra del Señor
EL MENSAJE DE HOY
La grandeza de Dios
Anónimo
Después de la misión del Apolo XV, el coronel James Irwin relató algunos de los puntos sobresalientes de su experiencia. Contó de sus cuerpos sin peso flotando libres en la cápsula espacial, el semicírculo en aumento de la tierra como se ve desde la luna, y el descenso triunfal de la cápsula ante un mundo que observaba.
Irwin también habló del impacto que tuvo esa experiencia en su vida espiritual. Dijo que desde la superficie lunar percibió tanto la gloria de Dios como el apuro del hombre apegado a la tierra. Cuando regresó a la tierra se dio cuenta de que no se podía contentar con ser meramente una persona célebre. Tendría que ser un siervo y hablar a su prójimo acerca de una mejor manera de vivir. Irwin concluyó diciendo que si creemos que ir a la luna es un gran acontecimiento, ¡cuánto mayor es la maravilla de que Dios vino a la tierra en la persona de Jesucristo!
Gracias a que el hombre caminó sobre la luna, la ciencia y la tecnología han avanzado formidablemente. Pero gracias a que Dios caminó sobre la tierra, conocemos tanto nuestro origen como nuestro destino. Podemos conocer a nuestro Creador personalmente (Juan 1:14,18), y podemos vivir en su luz (v.9). Por medio de la vida sin pecado de Jesús y de su muerte sacrificatoria podemos conocer el gozo de tener nuestros pecados perdonados y experimentar la plenitud de una vida abundante… todo porque Dios caminó sobre la tierra.
Juan 1:14
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria.
Su amigo y hermano
Arturo
"Si habueritis fidem,
sicut granum sinapis!"
<><
Sn Jn. 3:16
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31/08/2009, Lunes de la 22ª semana de Tiempo Ordinario
PRIMERA LECTURA
A los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 13-18
Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que os decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 95, 1 y 3. 4-5. 11-12a. 12b-13
R. El Señor llega a regir la tierra.
Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R. Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses. Pues los dioses de los gentiles son apariencia, mientras que el Señor ha hecho el cielo. R. Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos. R. Aclamen los árboles del bosque, delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra: regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad. R.
EVANGELIO
Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres... Ningún profeta es bien mirado en su tierra
Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 16-30
En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista; para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor.» Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: -«Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.» Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: -«¿No es éste el hijo de José?» Y Jesús les dijo: -«Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo Y'; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.» Y añadió: -«Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel habla muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos habla en Israel en tiempos de] profeta Elíseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.» Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.
Palabra del Señor
EL MENSAJE DE HOY
La grandeza de Dios
Anónimo
Después de la misión del Apolo XV, el coronel James Irwin relató algunos de los puntos sobresalientes de su experiencia. Contó de sus cuerpos sin peso flotando libres en la cápsula espacial, el semicírculo en aumento de la tierra como se ve desde la luna, y el descenso triunfal de la cápsula ante un mundo que observaba.
Irwin también habló del impacto que tuvo esa experiencia en su vida espiritual. Dijo que desde la superficie lunar percibió tanto la gloria de Dios como el apuro del hombre apegado a la tierra. Cuando regresó a la tierra se dio cuenta de que no se podía contentar con ser meramente una persona célebre. Tendría que ser un siervo y hablar a su prójimo acerca de una mejor manera de vivir. Irwin concluyó diciendo que si creemos que ir a la luna es un gran acontecimiento, ¡cuánto mayor es la maravilla de que Dios vino a la tierra en la persona de Jesucristo!
Gracias a que el hombre caminó sobre la luna, la ciencia y la tecnología han avanzado formidablemente. Pero gracias a que Dios caminó sobre la tierra, conocemos tanto nuestro origen como nuestro destino. Podemos conocer a nuestro Creador personalmente (Juan 1:14,18), y podemos vivir en su luz (v.9). Por medio de la vida sin pecado de Jesús y de su muerte sacrificatoria podemos conocer el gozo de tener nuestros pecados perdonados y experimentar la plenitud de una vida abundante… todo porque Dios caminó sobre la tierra.
Juan 1:14
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria.
Su amigo y hermano
Arturo
"Si habueritis fidem,
sicut granum sinapis!"
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