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lunes, 29 de octubre de 2007

El Arbol de la Cruz

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- Lecturas Bíblicas de Hoy
- El Mensaje de Hoy

LECTURAS DE HOY

29/10/2007, Lunes de la 30ª semana de Tiempo Ordinario

PRIMERA LECTURA
Habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre)
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 12-17


Hermanos, estamos en deuda, pero no con la carne para vivir carnalmente. Pues si vivís según la carne, vais a la muerte, pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis. Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre). Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 67, 2 y 4. 6-7ab. 20-21
R. Nuestro Dios es un Dios que salva.


Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos, huyen de su presencia los que lo odian. En cambio, los justos se alegran, gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría. R.
Padre de huérfanos, protector de viudas, Dios vive en su santa morada. Dios prepara casa a los desvalidos, libera a los cautivos y los enriquece. Bendito el Señor cada día, Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación. Nuestro Dios es un Dios que salva, el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R


EVANGELIO
A ésta, que es hija de Abrahán, ¿no había que soltarla en sábado?
Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 10-17


Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Habla una mujer que desde hacia dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: -«Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» Le impuso las manos, y en seguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús habla curado en sábado, dijo a la gente: -«Seis días tenéis para trabajar; venid esos días a que os curen, y no los sábados.» Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: -«Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no habla que soltarla en sábado?» A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.

Palabra del Señor




EL MENSAJE DE HOY
El Arbol de la Cruz
Padre Guillermo Ortiz SJ.


Cuando una rama o un gajo se rompe, se corta y se cae, tarde o temprano se muere porque deja de estar unido a su fuente de vida. Jesús usa este ejemplo para hablarnos de la vida que puede o no fluir en nuestro interior: ‘El gajo no puede dar fruto si no permanece unido a la planta. Yo soy la vid, ustedes los gajos...’ Juan 15

Pero también está lo del injerto. En el injerto se ata el gajo o la ramita a una planta fuerte y con vida, y el gajo no se muere porque empieza a recibir la sabia de la planta viva. Para eso hay que romper la planta viva; hay que hacerle una herida hasta lo más hondo, allí por donde pasa la sabia, para que el gajo ‘prenda’, como dicen en el campo. Y ese gajo formará con la planta un solo árbol aunque de frutos propios.

Eso es la cruz y la muerte de Jesús. La cruz de Jesús y su muerte son un misterio muy grande, pero sus llagas son los huecos del árbol donde nosotros somos injertados para recibir el perdón y la vida nueva de Dios, para dar frutos abundantes de amor y de perdón.

Si miramos a Jesús crucificado; si dejamos que Jesús nos toque, que nos perdone, nos sane y nos llene de la vida en el Espíritu de Amor Santo, entonces, somos injertados en el cuerpo mismo de Jesús. Y Jesús resucita de entre los muertos, y vive para siempre dándonos Vida con el bautismo, la confesión, la misa y todos los sacramentos.

‘En sus llagas somos curados’ (Isaías 53,5) dicen los escritos sagrados. Y es así.

Jesús, deja que nos injertemos en tus llagas para vivir tu vida de resucitado.


Tu amigo y hermano
Arturo

"Si habueritis fidem,
sicut granum sinapis!"
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Sn Jn. 3:16

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