Que crean en tus obras
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http://www.mensajesvida.org/podcast/
CONTENIDO
- Lecturas del Día
- Primera Lectura
- Salmo
- Santo Evangelio
- El Mensaje de Hoy
LAS LECTURAS DEL DIA
Primera Lectura
Lectura del libro del profeta Jeremías (20, 10-13)
En aquel tiempo, dijo Jeremías: “Yo oía el cuchicheo de la gente que decía: ‘Denunciemos a Jeremías, denunciemos al profeta del terror’. Todos los que eran mis amigos espiaban mis pasos, esperaban que tropezara y me cayera, diciendo: ‘Si se tropieza y se cae, lo venceremos y podremos vengarnos de él’.
Pero el Señor, guerrero poderoso, está a mi lado; por eso mis perseguidores caerán por tierra y no podrán conmigo; quedarán avergonzados de su fracaso y su ignominia será eterna e inolvidable.
Señor de los ejércitos, que pones a prueba al justo y conoces lo más profundo de los corazones, haz que yo vea tu venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa.
Canten y alaben al Señor, porque él ha salvado la vida de su pobre de la mano de los malvados”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Salmo 17
R:/ Sálvame, Señor, en el peligro.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera.
Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de mi enemigo.
Olas mortales me cercaban, torrentes destructores me envolvían; me alcanzaban las redes del abismo y me ataban los lazos de la muerte.
En el peligro invoqué al Señor, en mi angustia le grité a mi Dios;
desde su templo, él escuchó mi voz y mi grito llegó a sus oídos.
Aclamación antes del Evangelio
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (10, 31-42)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, los judíos cogieron piedras para apedrearlo. Jesús les dijo: “He realizado ante ustedes muchas obras buenas de parte del Padre, ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?”
Le contestaron los judíos: “No te queremos apedrear por ninguna obra buena, sino por blasfemo, porque tú, no siendo más que un hombre, pretendes ser Dios”. Jesús les replicó: “¿No está escrito en su ley:
Yo les he dicho: Ustedes son dioses? Ahora bien, si ahí se llama dioses a quienes fue dirigida la palabra de Dios (y la Escritura no puede equivocarse), ¿cómo es que a mí, a quien el Padre consagró y envió al
mundo, me llaman blasfemo porque he dicho: ‘Soy Hijo de Dios’? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que puedan comprender que el Padre está en mí y yo en el Padre”. Trataron entonces de apoderarse de él, pero se les escapó de las manos.
Luego regresó Jesús al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había bautizado en un principio y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: “Juan no hizo ninguna señal prodigiosa; pero todo lo que
Juan decía de éste, era verdad”. Y muchos creyeron en él allí.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
EL MENSAJE DE HOY
Que crean en tus obras
Arturo Quirós Lépiz
Mis amados amigos y hermanos. Que el Señor les bendiga.
Cuantos de nosotros hemos tratado en algún momento de mostrar a otros el camino de la fé. De hablar con personas para que se aparten de algo malo y busquen nuevamente a Dios. Y a veces, porque no es fácil, nos hemos sentido tal vez sin palabras para poder ayudar a aquella persona que vemos sola, triste o incomprendida. Ya sin esperanza de vivir.
Lo cierto es que las palabras son poderosas, pero las obras y nuestro testimonio arrastran poderosamente a los que tenemos a nuestro alrededor. ¿Cómo puede alguien amargado decir a otro que Dios es amor y alegría? ¿No sería mejor en vez de hablar, estar siempre alegres para que los demás quieran conocer a quien no da toda esa alegría?
Si te has preguntado "cómo" servir a Dios y no sabes como, deja que tus obras hablen por tí. Obras de amor, de caridad, de respeto hacia los que te rodean. Fé ante las adversidades y alegría ante cada problema del día. De esta forma, los demás verán y desearán conocer el motivo de tu alegría siempre presente "a pesar de".
Que aprendamos a demostrar nuestro amor a Jesús por medio de las obras, como lo dice el Evangelio de hoy.
Tu amigo y hermano
Arturo
"Si habueritis fidem,
sicut granum sinapis!"
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Sn Jn. 3:16
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Primera Lectura
Lectura del libro del profeta Jeremías (20, 10-13)
En aquel tiempo, dijo Jeremías: “Yo oía el cuchicheo de la gente que decía: ‘Denunciemos a Jeremías, denunciemos al profeta del terror’. Todos los que eran mis amigos espiaban mis pasos, esperaban que tropezara y me cayera, diciendo: ‘Si se tropieza y se cae, lo venceremos y podremos vengarnos de él’.
Pero el Señor, guerrero poderoso, está a mi lado; por eso mis perseguidores caerán por tierra y no podrán conmigo; quedarán avergonzados de su fracaso y su ignominia será eterna e inolvidable.
Señor de los ejércitos, que pones a prueba al justo y conoces lo más profundo de los corazones, haz que yo vea tu venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa.
Canten y alaben al Señor, porque él ha salvado la vida de su pobre de la mano de los malvados”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Salmo 17
R:/ Sálvame, Señor, en el peligro.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera.
Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de mi enemigo.
Olas mortales me cercaban, torrentes destructores me envolvían; me alcanzaban las redes del abismo y me ataban los lazos de la muerte.
En el peligro invoqué al Señor, en mi angustia le grité a mi Dios;
desde su templo, él escuchó mi voz y mi grito llegó a sus oídos.
Aclamación antes del Evangelio
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (10, 31-42)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, los judíos cogieron piedras para apedrearlo. Jesús les dijo: “He realizado ante ustedes muchas obras buenas de parte del Padre, ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?”
Le contestaron los judíos: “No te queremos apedrear por ninguna obra buena, sino por blasfemo, porque tú, no siendo más que un hombre, pretendes ser Dios”. Jesús les replicó: “¿No está escrito en su ley:
Yo les he dicho: Ustedes son dioses? Ahora bien, si ahí se llama dioses a quienes fue dirigida la palabra de Dios (y la Escritura no puede equivocarse), ¿cómo es que a mí, a quien el Padre consagró y envió al
mundo, me llaman blasfemo porque he dicho: ‘Soy Hijo de Dios’? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que puedan comprender que el Padre está en mí y yo en el Padre”. Trataron entonces de apoderarse de él, pero se les escapó de las manos.
Luego regresó Jesús al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había bautizado en un principio y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: “Juan no hizo ninguna señal prodigiosa; pero todo lo que
Juan decía de éste, era verdad”. Y muchos creyeron en él allí.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
EL MENSAJE DE HOY
Que crean en tus obras
Arturo Quirós Lépiz
Mis amados amigos y hermanos. Que el Señor les bendiga.
Cuantos de nosotros hemos tratado en algún momento de mostrar a otros el camino de la fé. De hablar con personas para que se aparten de algo malo y busquen nuevamente a Dios. Y a veces, porque no es fácil, nos hemos sentido tal vez sin palabras para poder ayudar a aquella persona que vemos sola, triste o incomprendida. Ya sin esperanza de vivir.
Lo cierto es que las palabras son poderosas, pero las obras y nuestro testimonio arrastran poderosamente a los que tenemos a nuestro alrededor. ¿Cómo puede alguien amargado decir a otro que Dios es amor y alegría? ¿No sería mejor en vez de hablar, estar siempre alegres para que los demás quieran conocer a quien no da toda esa alegría?
Si te has preguntado "cómo" servir a Dios y no sabes como, deja que tus obras hablen por tí. Obras de amor, de caridad, de respeto hacia los que te rodean. Fé ante las adversidades y alegría ante cada problema del día. De esta forma, los demás verán y desearán conocer el motivo de tu alegría siempre presente "a pesar de".
Que aprendamos a demostrar nuestro amor a Jesús por medio de las obras, como lo dice el Evangelio de hoy.
Tu amigo y hermano
Arturo
"Si habueritis fidem,
sicut granum sinapis!"
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Sn Jn. 3:16
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