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martes, 8 de abril de 2008

No tendremos hambre ni sed

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CONTENIDO
- Lecturas del Día
- Primera Lectura
- Salmo
- Santo Evangelio
- El Mensaje de Hoy


LAS LECTURAS DEL DIA

Primera Lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (7, 51—8, 1)

En aquellos días, habló Esteban ante el sanedrín, diciendo: “Hombres de cabeza dura, cerrados de corazón y de oídos. Ustedes resisten siempre
al Espíritu Santo; ustedes son iguales a sus padres. ¿A qué profeta no persiguieron sus padres? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del justo, al que ahora ustedes han traicionado y dado muerte.

Recibieron la ley por medio de los ángeles y no la han observado”.
Al oír estas cosas, los miembros del sanedrín se enfurecieron y rechinaban los dientes de rabia contra él. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús, que estaba de pie a la derecha de Dios, y dijo: “Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios”.

Entonces los miembros del sanedrín gritaron con fuerza, se taparon los oídos y todos a una se precipitaron sobre él. Lo sacaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los falsos testigos depositaron sus
mantos a los pies de un joven, llamado Saulo.

Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”.

Después se puso de rodillas y dijo con fuerte voz: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado”. Diciendo esto, se durmió en el Señor. Y Saulo
estuvo de acuerdo en que mataran a Esteban.

Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.


Salmo Responsorial Salmo 30
En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Aleluya.

Sé tú, Señor, mi fortaleza y mi refugio, la muralla que me salve. Tú, que eres mi fortaleza y mi defensa, por tu nombre, dirígeme y guíame.

En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios leal, me librarás. En ti, Señor, deposito mi confianza y tu misericordia me llenará de alegría.

Vuelve, Señor, tus ojos a tu siervo y sálvame, por tu misericordia; cuídame, Señor, y escóndeme junto a ti, lejos de las intrigas de los hombres.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo soy el pan de la vida, dice el Señor; el que viene a mí ya no tendrá hambre.
Aleluya.


Evangelio
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (6, 30-35)
Gloria a ti, Señor.


En aquel tiempo, la gente le preguntó a Jesús: “¿Qué señal vas a realizar tú, para que la veamos y podamos creerte? ¿Cuáles son tus
obras? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Les dio a comer pan del cielo”.

Jesús les respondió: “Yo les aseguro: No fue Moisés quien les dio pan del cielo; es mi Padre quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que baja del cielo y da la vida al mundo”.

Entonces le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”. Jesús les contestó: “Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed”.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.


EL MENSAJE DE HOY
No tendremos hambre ni sed
Arturo Quirós Lépiz


Amigos y hermanos, que la luz de Cristo reine en sus vidas en todo momento.
Que ciertas son las palabras de Jesús que nos dice que El es el pan de vida y quien lo pruebe no tendrá hambre ni sed. La comparación venía del maná que comió el pueblo de Israel, que les llenaba el estómago pero que luego volvían a tener hambre. Cuantas veces nosotros hemos caminado por la vida "llenando" nuestros estómagos con fiestas, lujos y posesiones materiales que no hacían mas que agrandar el vacío en nuestro corazón. O cuantas veces depositamos todas nuestras esperanzas en el cariño de una persona que luego salió de nuestras vidas. Pues así se nos demuestra que fuimos hechos para cosas mas grandes, y que estas que mencionamos son parte de la vida, pero no el todo de la misma.

Jesús en cambio viene a nuestras vidas a hacernos plenos, felicides, victoriosos. No tendremos hambre de amor, ni se de comprensión. No tendremos hambre de escucha ni sed de paz, pues Jesús ES el pan de vida para tí.

Si has amado y perdido, si sientes que tienes un vacío en tu corazón, si crees que no tienes rumbo hoy puede ser que tu vida CAMBIE. Entregando tu corazón a Jesús y no depositando tu esperanza en nada ni nadie mas, porque como dijo Pedro " Señor, a quien iremos si solo tú tienes palabras de vida eterna"

Que encontremos a Cristo en nuestras vidas y de esa forma podamos hacer realidad las palabras de nuestro Señor en nuestras vidas, y no tener ya mas hambre, ni sed.

Tu amigo y hermano
Arturo

"Si habueritis fidem,
sicut granum sinapis!"
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Sn Jn. 3:16

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