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lunes, 26 de marzo de 2007

Trata a los demás como hermanos

- Lecturas Bíblicas de Hoy
- El Mensaje de Hoy
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LECTURAS DE HOY
26/03/2007, Lunes de la 5ª semana de Cuaresma. Solemnidad. La Anunciación del Señor

PRIMERA LECTURA
Mirad: la virgen está encinta
Lectura del libro de Isaías 7, 10-14; 8, 10

En aquel tiempo, el Señor habló a Acaz: -«Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.» Respondió Acaz: -«No la pido, no quiero tentar al Señor.» Entonces dijo Dios: -«Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros".»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 39, 7-8a. 8b-9. 10. 11
R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.


Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides sacrificio expiatorio, entonces yo digo: «Aquí estoy.» R. «Como está escrito en mi libro para hacer tu voluntad.» Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas. R. He proclamado tu salvación ante la gran asamblea; no he cerrado los labios: Señor, tú lo sabes. R. No me he guardado en el pecho tu defensa, he contado tu fidelidad y tu salvación, no he negado tu misericordia y tu lealtad ante la gran asamblea. R.

SEGUNDA LECTURA
Está escrito en el libro: «Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad»
Lectura de la carta a los Hebreos 10, 4-10


Hermanos: Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados. Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: «Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad." » Primero dice: «No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni victimas expiatorias», que se ofrecen según la Ley. Después añade: «Aquí estoy yo para hacer tu voluntad.» Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Palabra de Dios.

EVANGELIO
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38


A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba Maria. El ángel, entrando en su presencia, dijo: -«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. » Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: -«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: -«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: -«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: -«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra. » Y la dejó el ángel.

Palabra del Señor.


EL MENSAJE DE HOY
Trata a los demás como hermanos
Arturo Quirós Lépiz


Hace poco conducía mi auto y al llegar a una intersección un auto que iba adelante tuvo que frenar de pronto pues otro auto no hizo de todo el alto. El del primer auto empezó a sonar la bocina del auto y a gritar por la ventana, cuando el conductor del segundo auto bajó la ventanilla resultó que al parecer eran amigos, y todo terminó en risas y algunos gestos.

Me puse a pensar entonces cuan diferente sería el mundo si viéramos a los demás no solo como amigos, sino como hermanos. Si en vez de gritar habláramos o si en vez de ser indiferentes perdonáramos.

¿Acaso no somos hermanos todos?
Que en esta semana que inicia Dios nos regale el don de ver a todos como hijos del mismo Dios, donde todos somos iguales y tenemos el precio invaluable de la Sangre de Cristo.

Tu amigo y hermano
Arturo

¡Anuncien con valentía que Cristo, muerto y resucitado, es vencedor del mal y de la muerte!
Juan Pablo II

"No persigas la santidad... Alcánzala"

"Si habueritis fidem,
sicut granum sinapis!"
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Sn Jn. 3:16

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